Mezcla la carne picada con la sal, la pimienta, el perejil, las yemas de huevo y el pan rallado y haz bolas de 25 gramos aproximadamente.

Pela los ajos y la cebolla y pícalos. Échalos en una olla con un par de cucharadas de aceite y sofríelos un poco. Añade la zanahoria picada en trozos pequeños, dale unas vueltas y echa los guisantes. Es hora de añadir las albóndigas con cuidado de que no se rompan! Ahora el azafrán, un poco de sal y de pimienta, el tomate concentrado y cúbrelo con un para de vasos de agua. Déjalo cocer 15 minutos.

En una olla pequeñita pon a hervir la leche, el agua y la mantequilla y cuando esté todo hirviendo echa la polenta en forma de lluvia sin para de remover con una cuchara o incluso con una varilla. Ajusta de sal y pimienta y échala en una buena bandeja haciéndole un hueco en el medio donde servirás las albóndigas. Puedes rallar un poco de parmesano sobre la polenta para darle un sabor aún más alucinante!