Pon una olla con agua y sal a hervir. Echa los spaguetti y remuévelos en cuanto hayan entrado todos en el agua para que no se peguen.

Yo creí que al llegar a Italia aprendería el método único y fabuloso para saber cuándo la pasta estaba hecha. Y aunque con el paso de los años simplemente lo sabes allí descubrí que hay que seguir las recomendaciones de cada fabricante y controlar rigurosamente el tiempo. Unos 6 ó 7 minutos son normalmente suficientes para conseguir una pasta al dente perfecta pero echa un vistazo antes al paquete y evitarás disgustos.

Escurre la pasta y pica los ajos. Cubre la sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva y dora los ajos con una guindilla (o un par para los valientes). Hazle un pequeño corte a la guindilla para que pique más. Echa las almejas y cuando empiecen a abrir añade las gambas.

Termina con la pasta, un par de vueltas y… directo al plato!